dimecres, 22 de juny del 2011

Xarxa... Cultura... Mosterín



Enllace un article de Jesús Mosterín i copie una breu resenya del filòsof.

A favor de Internet


Jesús Mosterín nació en Bilbao en 1941. Estudió en España, Alemania y Estados Unidos. Obtuvo la cátedra de Lógica y Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Barcelona. Desde 1996 es Profesor de Investigación del Instituto de Filosofía del CSIC. Es miembro del Center for Philosophy of Science de Pittsburgh, miembro de la Academia Europea de Londres, del Institut International de Philosophie de París y de la International Academy of Philosophy of Science. Introdujo en España la filosofía analítica, corriente de pensamiento del siglo XX caracterizada por el estudio del lenguaje con la pretensión de resolver los problemas filosóficos mediante el análisis de los términos que intervienen en su formulación y de eliminar las ambigüedades en la ciencia y la filosofía. También ha tenido un papel esencial en la introducción y desarrollo de la lógica matemática y la filosofía de la ciencia en España y América Latina. Además de sus actividades académicas, ha desempeñado funciones editoriales en varios países, sobre todo en los grupos Salvat y Hachette. También se ha involucrado en la protección de la naturaleza y la defensa de los animales.

Cultura humana

Basándose en los avances en la compresión del fenómeno cultural aportados por la antropología cultural, la arqueología y la biología, Mosterín ha desarrollado una rigurosa filosofía de la cultura que se plantea directamente preguntas clave como qué es la cultura, dónde está y cómo evoluciona en el tiempo.[24] Tanto la naturaleza humana como la cultura humana son información, pero se diferencian por la manera como se transmiten: mientras la información natural se transmite genéticamente y está codificada en el genoma, la información cultural se transmite por aprendizaje social y está codificada en el cerebro. Solo los individuos tienen cerebro y por tanto solo ellos poseen cultura. La alusión a culturas colectivas ha de ser entendida como un artefacto estadístico que nos permite hablar a la vez sobre una pluralidad de culturas individuales. El conjunto de los trozos elementales de cultura (también llamados memes, rasgos culturales o variantes culturales), codificados en los circuitos neurales de la memoria a largo plazo del individuo, constituye la cultura de ese individuo en un momento dado (la referencia al tiempo es imprescindible, pues la cultura individual está cambiando constantemente; cada día aprendemos algo y olvidamos algo). La noción de cultura colectiva (o grupal o tribal o nacional) se emplea de modos distintos en los diversos contextos del lenguaje cotidiano y del científico. Correspondiendo a esos diversos usos, Mosterín define varios conceptos precisos de cultura colectiva, que van desde el acervo cultural (la unión conjuntista de las culturas de todos los miembros del grupo) hasta la cultura unánime (la intersección de todas esas culturas). En 2009, Mosterín completó un análisis minucioso de las fuerzas que determinan el cambio cultural, prestando especial atención a la reciente aceleración de ese cambio por influencia de Internet y otros factores de la tecnología de la información.[25] Califica a Internet del reino de la libertad y considera que la preservación de la libertad y la eficiencia de la red es esencial para el futuro progreso de la cultura humana.

dimarts, 21 de juny del 2011

Sorge: Júpiter, Terra, Saturn i la Cura




Fàbula d'Higini, narrada a Ser y tiempo, (198) i explicació heideggeriana de la Cura.

En travessar Cura un riu, va vore fang,
i el va agafar meditabunda el va començar a modelar.
Mentre pensa en el que havia produït, Júpiter es presenta.
Demana Cura li done esperit i fàcilment accedeix.
Com Cura volgera donar-li el seu propi nom,
es nega Júpiter i exigeix ​​se li pose el seu.
Mentre ells discuteixen, intervé també la Terra
demanant que el seu nom sigua donat a qui ella el cos donara.
Van prendre per jutge a Saturn, i aquest, equitatiu, jutja:
'Tu, Júpiter, perquè l'esperit li vas donar, en la mort el
esperit i tu, Terra, ja que li vas donar el cos,
el cos rebeu, retínga-lo Cura tota la vida, perquè va ser la
primera a modelar. I pel que fa a la disputa entre
vosaltres pel nom, diguem-li home, ja que de l'humus
ha estat fet '.

Aquest testimoni preontológic cobra una especial significació pel fet que no només veu la "cura" com allò al que el Dasein humà pertany "Durant tota la seva vida", sinó perquè aquesta primacia de "cura" es presenta en connexió amb la coneguda concepció de l'home com a compost de cos (terra) i esperit. Cura prima finxit: aquest ens té el "origen" del seu ésser en la cura. Cura teneat quamdiu vixerit: aquest ens no queda abandonat pel seu origen, sinó retingut
per ell i sotmès al seu domini mentre "està en el món". El "estar-en-el-món "té l'empremta de l'ésser de la "cura". Rep el seu nom (homo) no en consideració del seu ésser, sinó per relació amb allò que està fet (humus). En què consisteixca l'ésser "originari" del que està configurat, ho decideix Saturn, el "temps". La determinació preontológica de l'essència del home que s'expressa en aquesta fàbula ha fixat així, des del començament, la mirada en aquella manera de ser que domina del tot el seu pelegrinatge temporal en el món.
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Simone Weil

dijous, 9 de juny del 2011

dimecres, 8 de juny del 2011

divendres, 3 de juny del 2011

dijous, 2 de juny del 2011