dilluns, 7 de desembre del 2009

Patafísica


La patafísica es un movimiento cultural francés de la segunda mitad del siglo XIX vinculado al surrealismo. El nombre proviene de la obra "Gestas y opiniones del doctor Faustroll, patafísico" de Alfred Jarry. A raíz de su lectura, algunos admiradores empezaron a practicar una ciencia paródica llamada patafísica, dedicada «al estudio de las soluciones imaginarias y las leyes que regulan las excepciones».

La palabra «patafísica» es una contracción de ἐπὶ τὰ μετὰ τὰ φυσικά («epí ta metá ta physiká»), que se refiere a 'aquello que se encuentra «alrededor» de lo que está «después» de la Física'.

La patafísica se basa en el principio de la unidad de los opuestos, y se vuelve un medio de descripción de un universo complementario, constituido de excepciones. En el universo de Alfred Jarry todo es anormalidad, donde la regla es la excepción de la excepción. La regla es lo extraordinario, y eso explica y justifica la existencia de la anormalidad.

La Patafísica es la ciencia que se añade a la Metafísica, bien sea en sí misma, bien sea fuera de sí misma, y se extiende más allá de esta, tan lejos como ésta se encuentra de la física. Un epifenómeno es lo que se añade a un fenómeno. Al ser con frecuencia el epifenómeno un accidente, la Patafísica será sobre todo la ciencia de lo particular, por más que se afirme que sólo hay una ciencia de lo general. La Patafísica es la ciencia de las soluciones imaginarias que atribuye simbólicamente a los lineamientos las propiedades de los objetos descritos por su virtualidad.

La Patafísica estudia las leyes que rigen las excepciones y explica el universo complementario o, menos ambiciosamente, describe el universo que podemos ver y que tal vez debemos ver en lugar del tradicional. Las leyes del universo tradicional que creímos descubrir, al ser también correlaciones de excepción, aunque más frecuentes, en todo caso de hechos accidentales, que se reducen a excepciones poco excepcionales, no tienen siquiera el atractivo de la singularidad.

La idea central de la Patafísica es la consideración de las leyes generales de la física como un conjunto de excepciones no excepcionales, y, en consecuencia, sin ningún interés. En suma, la regla es una excepción a la excepción. Este es el centro de la "dialéctica" patafísica. Y sólo la excepción es lo que hace avanzar a la ciencia. Para ello baste con recordar los principios de Fleming, de Pasteur o de cualquiera de esos ilustres científicos para constatar que todo verdadero descubrimiento acontece por azar. En este punto es imposible no notar las similitudes con lo que 30 años más tarde Popper4 enunciaría como el Principio de falsación o de refutabilidad.

En 1948, como burla de los colegios profesionales o las academias del arte y las ciencias, Mélanie Le Plumet, Oktav Votka y J-H Sainmont fundaron el Colegio de Patafísica, una organización dedicada a difundir la patafísica, que otorgaba títulos rimbombantes a sus miembros. A lo largo de los años, numerosos artistas fueron cooptados como «Sátrapas» y/o participantes del colegio de patafísica, entre ellos Raymond Queneau, Enrico Baj, Boris Vian, Eugène Ionesco, Jean Genet, Jacques Prévert, Joan Miró, Umberto Eco y Fernando Arrabal.

Un autor americano, Pablo López, creó también una adición a la ciencia llamada la patáfora (en particular, en Closet ' Pataphysics, 1990 y Pataphors, Universidad de Hollins, 1994). Les Carnets du Collège de ’Pataphysique n°22 (décembre 2005) dan una serie de ejemplos de patáforas literarios ilustrados fotográficamente. Y en marzo de 2007, un periodista escribió un artículo para el periódico chileno Granvalparaiso sobre el uso de patáforas por el gobierno chileno.